¡Hola a todos!
Hoy queremos hablaros de la motivación. No lo haremos de un modo convencional. Podríamos recomendaros mil libros sobre motivación, hablaros de causas extrínsecas e intrínsecas, de los procesos fisiológicos que regulan esa conducta en concreto o de las teorías que existen al respecto. Pero nada mejor para ilustrar lo que es la motivación que un ejemplo de vida. Eso es lo que os ofrecemos hoy. Esperamos que os sirva de utilidad.
Pues bien, motivación es un término que procede de motivo. Se refiere al proceso de encontrar una causa vital a la que dedicar todos nuestros esfuerzos, un fin que perseguimos con ahínco, hasta lograr finalmente su consecución. Por supuesto hay causas más sencillas que otras, pero por muy fáciles que sean, toda causa requiere un proceso, una estrategia, un plan de acción que debe tener su origen en un impulso motivacional. Lo que nos mueve hacia aquello que queremos tiene que ser más fuerte que cualquier otra cosa. Y si no fuera así deberíamos plantearnos si eso es realmente lo que queremos o bien nos estamos engañando a nosotros mismos.
Hace poco tuvimos la oportunidad de ver un documental sobre la carrera de Michael Jordan, el mejor jugador de baloncesto de la historia. Y muy pronto nos dimos cuenta de que no estábamos viendo solamente un repaso a la trayectoria de un deportista, sino el ejemplo perfecto de lo que es la motivación y hacia donde puede llevarnos si la ejercitamos adecuadamente.
Ya en los primeros segundos Michael Jordan dice esto:
“Al comenzar mi carrera en el baloncesto lo que me obsesionaba realmente era llegar a ser el mejor jugador posible”
Fijaos que no dice “el mejor jugador del mundo” o “el mejor jugador de la historia”. Dice “el mejor jugador POSIBLE”
Es decir, exprimir su talento al máximo para descubrir dónde estaban sus límites. Y una vez alcanzados esos límites ir todavía más allá. Su carrera duró 15 años, pero su leyenda está construida sobre la base de la construcción personal y el trabajo duro. Del mismo modo vosotros debéis concentraros, no en aprobar la oposición ni en sacar la plaza, sino en construir cada día al mejor opositor posible. Analizar vuestros puntos fuertes, fortalecer vuestras debilidades y ser exigentes en la medida que podáis para alcanzar la mejor versión de vosotros mismos.
Otros aspectos motivacionales que aparecen en el documental y son dignos de resaltar:
“El baloncesto ha sido para mí mucho más que un juego, se ha convertido en un maestro de vida”
Quienes veáis ahora a Michael Jordan o repaséis su carrera y digáis: “Es que él nació con un talento natural, un físico privilegiado, estaba hecho para jugar al baloncesto” deberíais saber que a los catorce años le recomendaron que no siguiera jugando porque jamás se ganaría la vida así, o que le dejaron fuera del equipo pre universitario porque decían que no daba la talla. Y durante su vida deportiva tuvo que enfrentarse a frustraciones, obstáculos e incluso dramas familiares que le pusieron frente al espejo y le hicieron plantearse muchas cosas. Por eso dice que el baloncesto fue para él un maestro de vida. Porque somos lo que hacemos y debemos amar aquello que hacemos. Fue su amor por su profesión lo que le llevó a sobreponerse a todas las dificultades y alcanzar la cima de su talento. Perseveró y llegó a donde nadie creía que podía hacerlo.
Y del mismo modo vosotros tenéis que enfrentar con la misma actitud vuestro día a día: haciendo oídos sordos a las voces que pretenden desalentaros, tanto internas como internas, las plazas disponibles o los índices de aprobados. Debéis amar vuestra silla, vuestros temarios, cada segundo de cada hora de cada día. Y cuando hayáis conseguido el objetivo echaréis con nostalgia la vista atrás y recordaréis con cariño vuestro tiempo de opositores. Os daréis cuenta de que el proceso de opositar, al igual que el baloncesto en la vida de Michael Jordan, se ha convertido para vosotros en un maestro de vida.
“Si hay que hacer algo yo lo hago: rebotear, pasar, anotar… lo que sea. Ese es el reto que asumí”
Y ese es el reto que debéis asumir vosotros también. En los momentos difíciles, de mayor sombra y oscuridad es cuando una persona debe esforzarse en dar un salto de calidad y superarse a sí misma. Él lo hizo. Decían que era un fracasado, que era un campeón anotador pero que no ganaba campeonatos. Su actitud al respecto fue humilde. Dijo: “Si tengo que hacer más de lo que hago lo haré. Lo haré todo si hace falta, pero conseguiré mi objetivo” Y ganó seis campeonatos, del mismo modo que vosotros también ganaréis el vuestro.
La última clave de este icono del deporte, que para mí es la personificación más aproximada que existe del concepto de motivación, no la da él, sino Bill Russel, otro gran jugador de baloncesto de la década de los sesenta. Russel dice sobre Michael Jordan:
“Lo que me provocaba más asombro es que estaba dispuesto a ser Michael Jordan cada noche. Nunca tuve la sensación de que fuera echarse a un lado y tomarse la noche libre”
Es en esa frase donde se resume todo lo que he venido diciendo: persistencia, coraje, actitud, humildad y, sobre todo, amor por su profesión. Sed la mejor versión de vosotros mismos y sedlo cada día de vuestra vida. Motivaos en ello y conseguiréis cualquier cosa que os propongáis. La felicidad consiste en eso: descubrir un objetivo, perseguirlo con ansia y encontrar la manera de ser dignos de él.
¡¡Ánimo, vivid siempre motivados!!
PD: Os dejo el link del documental completo por si queréis verlo:
https://www.youtube.com/watch?v=hjZV8SjF1yM