Centro Preparador Personal
de Oposiciones
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Hola a tod@s:

Después de presentar este blog y su propósito, continuamos hoy con un nuevo capítulo que más que en la lucha estará centrado en la organización.

Cuando una persona se decide a afrontar el reto de una oposición hay varias preguntas que debe responder:

¿Qué oposición voy a estudiar?

¿Cómo la voy a estudiar?

Y hay una tercera cuestión, de evaluación exclusivamente individual, que hace referencia a la situación particular de la persona, es decir, sus circunstancias. Antes de embarcarse en un proyecto como este creemos que es necesario un momento de reflexión sincera ante el espejo. Dialogar con uno mismo, hacer una valoración vital honesta, dejando a un lado las tentaciones de autoengaño. Es preciso ser completamente sincero acerca de si nuestra vida cotidiana es compatible con el enorme sacrificio que requiere preparar una oposición. Esta es una cuestión de enorme importancia, pues en el caso de que no sea así lo mejor es posponer la iniciativa hasta un momento más propicio. No superar un proceso selectivo puede generar frustración. Pero si lo afrontamos sin las garantías de tiempo y dedicación que requiere, entonces el desaliento está garantizado de antemano. Es más, será un desaliento por partida doble.

Una vez que hemos decidido emprender el “camino”, ese debe ser nuestro “camino”. Adquirimos un compromiso con nosotros mismos de que la decisión adoptada es la mejor y decidimos responsabilizarnos y poner todo nuestro empeño en este nuevo trabajo.

“El Camino sigue y sigue desde la puerta. El Camino ha ido muy lejos, y si es posible he de seguirlo recorriéndolo con pie decidido (fatigado) hasta llegar a un camino más ancho donde se encuentran senderos y cursos. ¿Y de ahí a dónde iré? No podría decirlo.

Dicho esto, si después de hacer una reflexión profunda llegamos a la conclusión de que, en efecto, el mejor momento para estudiar una oposición es el momento presente, debemos entonces responder a las dos cuestiones planteadas al inicio. La primera tiene que ver con una elección que nos va a conducir a un destino determinado, un puesto de trabajo que a priori debe corresponderse con nuestros deseos y expectativas, además de encontrarse a nuestro alcance en términos accesibilidad. Como los procesos selectivos están sometidos a rangos y escalas dejaremos en esta entrada de nuestro blog un esquema sencillo de los mismos, para que toda persona que se decida a estudiar una oposición pueda hacerse un marco general de la oferta que dispone. En resumen, responderemos hoy al “Qué” y dejaremos para el próximo capítulo el “Cómo”.

Pues bien, básicamente, de manera esquemática, podemos decir que los recursos humanos de la administración se agrupan en cuatro cuerpos o escalas en función de las competencias, capacidades y conocimientos comunes de quienes deben ocuparlas. Por ello, para acceder a cada una de ellas hay que tener una determinada titulación:

Oposiciones del grupo A

Subgrupo A1

  • Licenciados universitarios, graduados o equivalente.
  • Realizan fundamentalmente tareas de dirección, alta gestión y asesoramiento a nivel superior.

Subgrupo A2

  • Diplomados universitarios o equivalente.
  • Responsables de tareas de ejecución y gestión.

Oposiciones de grupo B

  • Técnicos superiores o equivalente.
  • Ejecutan las tareas encomendadas por los responsables de cada área.

Oposiciones del Grupo C

Subgrupo C1

  • Personas con formación completa del nivel de Bachiller Superior o BUP o equivalente.
  • Realizan trabajos de carácter administrativo, secretaría y oficina, mantenimiento de los archivos, etc.

Subgrupo C2

  • Personas con formación de graduado escolar, graduado en educación secundaria obligatoria o equivalente.
  • Realizan tareas administrativas de apoyo.

Otras agrupaciones profesionales

Además de los grupos clasificados en el Estatuto Básico de Empleo Público existe este grupo adicional de profesionales sin requisito de titulación y trabajadores sin cualificación específica. En este caso no se exige nivel de estudios alguno o, en ocasiones, sólo se requieren estudios primarios.

Esperamos que esta clasificación inicial os resulte útil para orientaros y ubicaros en aquella oposición que se adapte mejor a vuestras circunstancias.

¡Mucho ánimo y elige bien tu camino!

 

 

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